miércoles, 19 de octubre de 2011
YO TAMBIÉN SIGO RÍOS
a L. M
Despedir a las plantas, agua y animales.
Perdí el sentido de volver apasionado porque volví con el navegar inérte y apático.
Volví como quien viene de un fracaso y saluda.
Reían de mi carencia los del acuario, desafectado, yo seguía otras aguas.
Un río es un río de luces prendidas y sonidos.
Circunstancias que enamoran al temporal que derribó la casa de barro de un pájaro.
Los temporales y el pájaro me quieren lavar la boca con agua de río inestable.
Fue un segundo y todas las aguas decidieron sobre mi vida acuática, mi fauna sumergida.
Mi pelo se empapó de líquidos indefinidos y pensé, mojado:
¿En qué pozo azules urgentes pactan hogares para mí?.
Estar empapados, blancos y arrugados.
Hablar con todos esos verbos.
Ahora escuchar todos esos verbos.
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