miércoles, 29 de septiembre de 2010

todo árbol grande
todo árbol grande


se sostiene desde
el desconcierto





en mi período de lactancia pensaba



todo árbol grande

sábado, 25 de septiembre de 2010




Un 25 de Septiembre del año 1972,
la poeta argentina Alejandra Pizarnik decidió no escribir más.

Ahora voy a transcribir los primeros cinco poemas de
Árbol de Diana, el libro que más me gusta de ella.


1

He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.


2

Éstas son las versiones que propone:
un agujero, una pared que tiembla...


3

Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro

cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra


4

AHORA BIEN:

quién dejará de hundir su mano en busca del tributo para la pequeña olvidada. El frío pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará. Pagará el trueno


5

Por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo

jueves, 23 de septiembre de 2010

Estoy rayado como una cebra
onda-vaga




Nena, nunca voy a ser un super-hombre
en la bahía de los perros donde mis no-perros
se pelean por tus huesos de muñeca.

Las manos, mi tema recurrente,
los dedos que del tacto hacen tacto
en mi 'hacer pensante'.



Mi mesa japonesa se partió. El vidrio estallado está en constante relación de peligro. Puedo cortarme, sin embargo, no me asusta. Sobre sí tiene más de veinte discos y dos o tres libros.

El Don Quijote, el más pesado en esa superficie, está justo donde comienza la rajadura.

Mi tan odiado diario íntimo, que olvidé fechado Miercoles 20 de no que me mes, es tan precario, tan amarillo, tan fuerte para mi que no puedo verlo sin abrir al azar y verme meses antes.

Todavía suena la música de su cajita, que es a cuerda. Me da sensación de vértigo tirarla, siento astillado mis pies de andar descalzo cerca.

La noche y los vidrios si tienen algo en común, ambos hienden en un circuito demasiado corto.

Por eso admiro a Charly. Yendo de la cama al living.

En tiempos diferentes, claro.

Yendo
de mi cama
al living.


No se qué o quién la rompió. No se si fui yo, ojalá haya sido yo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010



21-9-10

Los nervios sospechan,
impiden el crecimiento de mis uñas.

Las venas suaves
pulsan, pulsan, pulsan mantieniendo esta vida. La métrica de mi carne me duele,

mueve

la pierna,
la cadera,
la otra pierna,

la niebla
que se posa
en mis dedos,

los otros dedos,

se vuelve
contagiosa.


Los verbos se volatizan por si solos
y mi yo-encadenado se deja accionar.

No bailo en
esta primavera descartable, es simplemente otra más que se encajona sobre la de años anteriores
y como unidad marchan.

Una no basta,
ni dos, es cuestión de esperarlas, sumarlas,
hasta que surga el tan deseado efecto

y me florezca
la cara:

ojos de lirio, nariz de malva, los pelos-hiedra, orejas de dalia, la boca amapola, genitales de enebro,


y ser 'el niño botánica'.

Incorporarme en esta estación que pareciera
despertar no se que sensación de alegría en todo

y desde adentro sacudirme.

lunes, 20 de septiembre de 2010




Los órganos de la noche llenan la taza de líquido.

Degusta mi lengua; expansión de amigdalas

errantes,
enormes,
afónicas,
abiertas.

Letra, la noche nombre.
Palabra, protección, yo.


Vegetar la lectura humana.


Llamados raquíticos por teléfono.
Voces largas, bajo aguas,

son la invocación perfecta a la melancolía.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Pequeña montaña,

elefanta
camino de la menta,

sol tranquilizador decidido a enterrarme.



Metamorfosis
dulcemente expansiva. Enamorado infantil, de amores
en la urdimbre rosada,


habitada por felinos enormes, de extensos bigotes electrizantes y hablantes ojos miel;



amores bucólicos, amores elefantas
en un camino de menta de la pequeña montaña
en casa de abuelas maternas.


Y verbena y festín y descanso
Y brindis y cohetes y nuevo año.


Fábula de los días en que no contaba los días.

domingo, 12 de septiembre de 2010

7

La podredumbre coronada con crecientes tallos rojos y hojas chorrantes de miel.

Debajo
abejas esperan la caída de gotas espesas sobre sus alas fértiles para, a su vez, derramar todo líquido nuevo en el cuerpo de las flores.

Dentro de un pensamiento,
auxiliado más de cien veces,

un grupo de niños exiliados que prometen no olvidarse nunca de las lágrimas arrancadas por novelas fantásticas,



buscan una solución para las ataduras:

arrancar la tierra

de un salto,
globo,
piñata,

un ordenador.

Grandes aves reinan y sueltan pestilencia sobre veredas donde ancianas pies de bastón extrañan su amor.

Machacada,
escrita la pared.

Se anda, bromea, revienta arañas bajo los pies.

'Amarás la carretera y la mala música;
los elementos de la desoldadura'

Casi durmiente.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

A

engarzado a las horas
en la soledad devoción


B

me ahogo en un río
desarmo los ríos de escritura continua