miércoles, 15 de septiembre de 2010

Pequeña montaña,

elefanta
camino de la menta,

sol tranquilizador decidido a enterrarme.



Metamorfosis
dulcemente expansiva. Enamorado infantil, de amores
en la urdimbre rosada,


habitada por felinos enormes, de extensos bigotes electrizantes y hablantes ojos miel;



amores bucólicos, amores elefantas
en un camino de menta de la pequeña montaña
en casa de abuelas maternas.


Y verbena y festín y descanso
Y brindis y cohetes y nuevo año.


Fábula de los días en que no contaba los días.

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