i
Hilos entre una pared y una carta,
tan tensos y ligados que nacen notas musicales
si se los toca.
Suenan mucho a guitarras melancólicas, pero no lo son. Esto importa porque son 'esas' y no 'otras'
notas.
Y es por estar unidas a paredes y cartas generan cierta combinación sonora
entre mi sólida recta y tus manuscritas palabras.
ii
Todo esto el día que el griterío sea considerado música
iii
Lo único que me calma es mi gato,
cuando vuelve roto de peleas callejeras y
se acomoda entre mis piernas y somos la cura
a ojo cerrado.
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