Según Julio, A. Pizarnik, abría los ojos como su gato.
ínfima-parte-de-la-bruma-de-ventanas
no se preocupen
ni por mi jardín embarazado
el rostro petrificado es una suerte
¡un poema que habla de mi!
La lluvia nos resguarda
hijo-gota
destruye, espeso
cansado.
La demora, el rescate, se abomba,
cae
la demora y el rescate,
el ataque,
dejo de entender.
Tengo la boca abierta
mi campana visible, golpeada
la noche es una estadística
para vivir el día
y me palpitan los ojos cuando la veo
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