Diario de viaje xvii
Mi estómago cruje en un crujir divertido, estoy a gusto con el lugar de viajero, condición envolvente, apasionada y viciosa.
Los comienzos de año me son ajenos hasta adentrarme en ellos, hasta sentirme una uva en el vástago de días.
con los inviernos de junio (son todos los plurales)
Voy a romperme llorando viendo la patagonia encendida de lámparas que parecen fuegos de vela.
Más de 8 horas en la terminal.
Otra vez no puedo escribir horizontal.
YO HAGO MADRE
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