miércoles, 23 de marzo de 2011

Pensamiento en procura de la madrugada

Me mantengo despierto para que las personas
que en este momento duerman, lo hagan por ellos y por mi.
Es un favor necesario porque mañana voy a tener
grandes dolores de cabeza; entonces lo pido: duerman
por mi.

Hoy llega el otoño y me acuerdo que en la llegada de mi
otoño pasado escribí en mi libreta esto:


Pequeño homenaje al Otoññño

11. La estación de los árboles es el otoño. No por nada se desnudan dejando entre rama y rama un espacio no gradual; mostrándose total y sin frío, sin impermeable. Vigor sienten, amor cuando los tallan con filos, no les duele porque son testigos de momentos, de reinos vitáles en su madera, dos iniciales o cualquier cosa. Son un pedacito, un poquito mi casa pero me asusta perderme mirándolos tan fijamente. No saber que hacer, no saber que decir. Porque seguro voy a estar sólo cuando eso me pase; los voy a abrazar y besar uno por uno pero no hablan, no se hablar con los árboles. Sin embargo me acuesto a su lado y les leo un poco las cosas que escribo. Con la espalda apretada contra la corteza, cortándome la piel creo; los aburro pero cuando me doy cuenta estoy tapado por hojas marrones y no me puedo mover.
Se me cae la cabeza y veo todo de un ángulo diferente.


No sé por qué el número 11, tal vez hayan sido ciertos
textos que escribí bajo ciertas formas de escribir que me impuse
o serán una serie de textos que los atravezaba la misma
intención, tono, acción, no me importa.

Espero que el frío vuelva, el frío el frío, me gusta abrigarme
y salir pesado a la calle y que alguien (si es que llueve)
me comparta de vereda a vereda su paraguas. Aunque
este año me voy a comprar uno (los que usé eran prestados
y los rompí a todos, una vez uno se me voló y casi
cometo un accidente, no es original mi anecdota pero como sólo me pasó una vez
la cuento como algo gracioso), son casi las tres, pronto las cuatro,
cuando me quiero acordar ya está el sol, siempre
me olvido de subir a algún techo para ver el amanecer.

1 comentario:

  1. no hay nada mas lindo que sentir el calor del abrigo en el cuerpo, cuando el resto de nuestro mundo esta helado.

    ResponderEliminar

durmieron