Diario de viaje iii
Que no llegue la deshumanización del recuerdo, no quiero olvidar rostros. Quiero escribir apasionadamente, TAN apasionadamente como las lecturas que amo; ¡Arthur-Alejandra me incitan tanto!
Los fríos de la noche patagónica traen abrigo o el arribo, desde otro lado, de una verdad. Puedo conectar y cambiar las cosas tal y como las siento ahora; no hay que saber bailar, hay que (siempre A.) pulsar los espejos hasta que nuestros rostros canten como ídolos.
sólo por no cumplir el deseo de mi ansiedad
viviría despierto
al borde de lo que espero
lo ilegible perdió preponderancia
está mullido
como la desorganización del mundo creó
el abrigo de lo sutil
lo dulce en epígrafes efímeros
la poesía
mi madre
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durmieron