Diario de viaje xii/xiii/xiv
7/8/11 Febrero-El Bolsón-Río Negro
Asisto al desprenderse partes del pensamiento.
Cuando los días son extremos son abiertos a que el sol queme o entibie, pero lo que congela es un cuarto vacío, preparado para ser habitado.
se ha visto morir por la ausencia
las palabras no conocen
el desuso de los siglos
(*) La desventura,
no se puede ver a través de la pared
ni cantar sin expresión
la extensión húmeda me enorgullece
dan ganas de hechar raíces
pero sucede
que amo lo otro
lo tierno
lo fertil
pero sucede que tengo lo malo en mi
yo destruyo
está fría esta pared
la desventura,
no se puede ver a través de la pared
Lo que me intimida me corre, bajo la mirada y ese algo se va satisfecho.
*Esquel-Chubut
En el omnibus algo me deprimió, no se qué; entendí que era melancólico, esta era la patagonia que necesitaba conocer, la arcana.
En Trevelin visité un museo "Molino viejo"; la amabilidad de la señora que atendía, la extraña música que sonaba y los objetos que ahí se guardan de las primeras familias galesas, me envolvieron. No necesité fundamento para amar lo que desconocía. La extrañeza de sentir que por ahí ya había estado.
En Parque Nacional los Alerces me invitaron a cenar dos mochileras de cincuenta años ¡ay mi admiración!
Sentí incomodidad en el parque, me avergonzé de mi pequeñez frente a tanto. Me bañé en el Lago verde.
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