viernes, 4 de junio de 2010


Mi temple no te dice nada, conocerlo da lo mismo ¿cuántas veces, desde que te conozco, vas a preguntar mi nombre? y no culpes a tu mala memoria, tiene un uso activo. "Culpables somos todos" pero en sí, estas cinco letras, estas once letras cuando lo digo entero, las sabes vos. Ahora supongamos que mi nombre se parece al tuyo y es fácil de recordar y entre los dos hacemos la combinación perfecta:
¿me mostrarías la ventana de tus dientes? ¿aceptarías que te prenda el cigarrillo? No, porque mi nombre no es nada, son letras organizadas que no te interesa guardar.

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durmieron