martes, 16 de agosto de 2011
He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que uno puede hacer. Puede resultar doloroso pero no tiene por qué ser una tragedia, si uno no dejase nunca a nada ni a nadie no tendría espacio para lo nuevo.
Evolucionar constituye
una infidelidad, a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo.
Cada día debería tener al menos una traición necesaria, se trataría de un acto optimista, esperanzador, que daría la fe en el futuro, una afirmación de que las cosas
no sólo pueden ser diferentes, sino mejores.
Todas las canciones hablan de mí, España, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que bueno leer cosas asi martin, buenisimo. Eloy Alberto De la Concha de la lorita
ResponderEliminar